LA
SOLUCIÓN EN LA EDUCACIÓN
Y
fundamentalmente la educación en la familia, con los hijos.
Debemos
mejorar muchos de nuestros hábitos para alcanzar la igualdad.
Mi
hombro no me deja escribir por eso he estado callado unos días.
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Estos días la “manada” ha conseguido
llenar los telediarios y no merecen ni un minuto de su tiempo y si unos años
para pensar en el talego. Solamente falta que esta sociedad tan digna e
indignada les haga ricos en los programas rosas de las cadenas de televisión.
Creo que solamente merecen que se publique la pena de los violadores y que la
cumplan integra si existe el peligro de reincidencia.
No es nuevo el hecho de la violación
en grupo, de hecho hemos visto como aparecían las denuncias este fin de semana.
Es un problema social, la mujer como objeto (vende coches, ameniza los
descansos de los partidos o la pasean de mil formas como objeto sexual al
alcance de los hombres) está presente en nuestra forma de vida y en nuestras
costumbres y, mientras alguien piensa en atajar el problema, hoy solamente
tenemos el castigo para aquellos que no respetan a todas las personas por
igual.
Podemos cambiar cien leyes, asustar,
controlar un poco los impulsos y hacer más refinados a los delincuentes pero si
no percibimos que el problema solamente se soluciona con la educación que
reciben las personas en las familias estaremos lejos de enfrentarnos con
seriedad al problema. Los padres tienen una gran responsabilidad para que el
cambio se produzca, después los centros educativos podrán reforzar su labor
pero son ellos quienes pueden ayudar a que este problema, enquistado desde “Eva”,
comience a tener una evolución positiva.
Mejores leyes, de acuerdo. Penas
disuasorias, bien. Jueces menos machistas, necesario. Mujeres y hombres que
salen a la calle a condenar unos hechos detestables, positivo. Pero demos menos
cancha a los infractores en los medios de comunicación y mucha más protección a
las víctimas que ven en peligro su anonimato cuando denuncian. Parece que
llegan tiempos en que se han acabado los silencios de las personas agredidas y
que los jueces van a tener a su alcance a muchas personas acostumbradas a
pensar que la mujer no merece su respeto.
Me gustaría que algún día el
movimiento feminista comenzara a hablar de la prostitución porque muchas
mujeres son explotadas por su condición.
Profunda indignación ir conociendo los graves problemas que tiene nuestra sociedad para aceptar que todos somos personas con los mismos derechos.
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