miércoles, 29 de agosto de 2018


HABLEMOS DE LAZOS AMARILLOS
Esto evita otro tipo de conversaciones más complicadas.
Unos los ponen y otros los quitan.
Unos dicen presos políticos y otros políticos presos.

                         Resultado de imagen de fotografias arrancando lazos

            La última frase resumiría el enfrentamiento entre  dos partes importantes de la población de Catalunya. Unos piensan que unas personas que convocaron un referéndum prohibido y declararon la independencia de Catalunya por encima de la Constitución y del Estatut son inocentes y están en prisión injustamente y otros creen que unos políticos infringieron la ley, saltándose las normas e intentando romper el marco constitucional y que deben ser juzgados conforme a las leyes que rigen el país.
            Dejemos a un lado si es proporcional la prisión provisional, yo creo que claramente excesiva, y si los delitos que propone el juez instructor tienen una base legal suficientemente fundada que ya se decidirá en el juicio. La huida de personas, la composición del Tribunal Constitucional y el juez Llarena dan argumentos para todos los gustos y es imposible el acuerdo porque cada uno mira desde su óptica y las elecciones marcan prioridades a la hora de actuar.
           ¡Vamos con los lazos amarillos! Quienes piensan que son inocentes los políticos encarcelados decidieron hacer público y masivo su desacuerdo colocando dichos lazos e invadiendo el paisaje urbano son ellos. Consiguieron visibilidad e incluso ocuparon pequeños espacios en la prensa internacional. Yo personalmente creo que han cumplido sobradamente su labor y que, daba la resolución legal de no ocupar espacios públicos, deberían poner de manifiesto su opinión en la esfera privada, pisos, propiedades…
            Ciudadanos y el PP han encontrado un argumento para ganar las primeras páginas de los telediarios y robar unos cuantos votos intentando hacer desaparecer los lazos de los espacios públicos. Buscan la confrontación y han encontrado un resquicio para alimentarla, tienen la ley de su parte y no se bajarán del burro, rogando que el enfrentamiento pase a mayores y acumular ellos también víctimas para pasárselas por los morros a los independentistas.
            Un tema menor, los lazos que no la opinión que defienden, ha pasado a ser la estrella de nuestros días. Ya tienen los dos bandos enemigos y lugares donde hacer que los suyos cierren filas en torno a la idea del Constitucionalismo o del Independentismo. Estamos en las escaramuzas de unos meses calientes donde no conviene comenzar a calentar excesivamente los ánimos porque las tragedias no recuerdan donde comenzaron a equivocarse las personas.
            Respetar los lugares públicos sería la manera de acabar con esta confrontación que solamente tapa la falta de claridad sobre las ideas que defienden ambos contendientes para el país. Aquí si Rivera parece no visitar la derecha derecha Puigdemont nos hará olvidar que siempre perteneció a Convergencia. Peleémonos por los lazos que es mejor que pasar la película entera…

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