martes, 21 de agosto de 2018


¿OTRO ATAQUE TERRORISTA?
Tenemos unos informativos cargados de sucesos, El Caso.
Dejando ver las cámaras que grabaron lo sucedido se acaba la discusión.
La solución 150.000 agentes más, no importa si es o no es.

                                  El ataque con un machete en la comisaría de Cornellà, en imágenes 
  
            Últimamente escuchar los telediarios, de cualquier cadena, se ha convertido en un relato de sucesos, de muertes y de desastres. No creo que haya más que en otras décadas pero parecen empeñados en despertar los más bajos instintos de las personas presentando desgracia tras desgracia. Se pasan la vida contando fallecidos y presentando estadísticas, sacando a los agresores en pantalla y estableciendo records como si de una carrera atlética se tratara.
            No tengo ni idea de qué ha pasado en la comisaría de Cornellá pero tenemos tema para rato porque tiene su morbo. El 17 de agosto cerca, un musulmán con un cuchillo, una policía que dispara con valentía y un racismo en ciernes que anda larvado buscando adeptos. No sé si se pudo evitar su muerte pero si tengo claro que esta situación se tranquiliza visionando la grabación de los hechos que existe. Se escucharían esos gritos de “Alá es grande” y la reacción de la policía ante un cuchillo gigantesco, todos tendríamos una opinión y no pasaríamos cinco días hablando de lo mismo.
            La reacción inmediata ha sido pedir más policías, pistolas eléctricas, mamparas y que todas las comisarías se pongan en pie de guerra. El terrorismo yihadista es un peligro para toda la sociedad, no solamente para la policía, y todos estamos expuestos a él pero tampoco hay que crear un clima de extrema tensión y aprovechar que el Ebro no pasa por Granada para pedir que compremos tanques y aviones para acabar con ellos. Más calma ante el día a día que existen problemas más importantes en la sociedad y la posibilidad de organizar mejor los medios de que disponen las fuerzas de seguridad.
            La otra costumbre que sorprende cuando existe algún hecho luctuoso es que aparece un abogado dispuesto a hacernos ver que nos podemos hacer ricos y que es gratis su intervención a costa de quedarse con una parte de lo recaudado. A caballo regalado… vamos a juicio. A cargar a los tribunales de más trabajo tengan o no razón los demandantes. Sería necesario que las costas del juicio, cuando es manifiestamente falsa la querella, el juez se las cargase a esos abogados samaritanos que reparten millones con excesiva facilidad.
            Las personas extranjeras que trabajan en España no son cuatro gatos, casi dos millones cotizan a la seguridad social y muchos otros trabajan en la economía sumergida. Es hora de aceptar que son personas con los mismos derechos y que deben ser respetadas como todos los demás.

Ahhhh... y un cuchillo es un cuchillo...
           



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