LA
FAMILIA ISRAEL/ESTADOS UNIDOS
Ellos
se juntan para putear a Palestina.
Expulsaron
de su país a más de seis millones de personas.
Ahora
les niegan la supervivencia en los campos de refugiados.
Ya conocemos la historia, un pueblo
rico que andaba desperdigado por el mundo (el judío) decidió con su pasta
expulsar a quienes vivían en las tierras que según ellos dios había designado a
su pueblo elegido. Acabaron comprando el país y expulsando a millones de
personas de una tierra en la que ya llevaban viviendo más de mil años,
imponiendo su fuerza armada, su religión y sus normas y machacando a quienes
osaban plantarles cara. Algo así como si los musulmanes reclamaran toda la
Península como suya por ser Toledo su ciudad sagrada.
Palestina es un pueblo sumido en la
esclavitud y que sobrevive de las ayudas humanitarias que llegan de los países occidentales
que se sienten un poco culpables del desastre que contribuyeron a montar con el
cuento de la segunda guerra mundial. Trump, un genio de la historia y de las
finanzas, ha dicho que ya está bien de caprichos que lo mejor es que se mueran
de hambre o que vengan a ahogarse al Mediterráneo pero que su pasta es para
ayudar a que Israel sea cada día más fuerte. Un acto humanitario que sonroja a
las personas que cierran los ojos ante los actos de destrucción masiva (¡y nos
reímos de las bombas atómicas!
Israel, apoyado por los judíos americanos
supermillonarios, está armado hasta los dientes, no tiene restricciones para
poseer bombas atómicas, energía nuclear y lo que le salga de las narices. Son
amigos, compinches, de Estados Unidos y se les permite que estén blindados y
escupan metralla cuando alguien les molesta con un tirachinas. Mi cabreo de hoy
lo provocó el ver el otro día como una máquina excavadora destruía una casa porque
unos de los miembros de su familia ha infringido alguna de sus normas.
Es una ley no escrita para
atemorizar a un pueblo sometido al que cada día roban terreno como en las
conquistas de siglos pasados. Cada vez que algún organismo internacional, como
la ONU, intenta pedir algo de justicia para los palestinos surge la voz del
amo, Estados Unidos, en forma de veto para acallar a los intrépidos de tanto
atrevimiento.
Podemos dudar de que sean un pueblo
elegido por dios (menuda dios de enchufes que se inventaron que ya tenía
preferencia) pero cada día nos enteramos de que están protegidos por las armas
de los poderosos gringos, por su ejército armado hasta las dientes y por una
leyes que castigan a una familia entera cuando alguno de sus miembros blasfema.
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