EL  TRIBUNAL DE ESTRASBURGO

Solamente afirma que la jueza pudo no ser imparcial.

España ocupa el lugar 17 en número de sus condenas en el año 2017.

Una jueza poco profesional, de hace ocho años, no roba la democracia.

                                        

            Estamos en unos momentos tan convulsos que es muy difícil que se informe con calma y no se tergiversen los hechos. La condena a Otegui no ha sido cuestionada sino la parcialidad de uno de los tres miembros del jurado de su juicio y no se ha pedido cambiar nada de la sentencia condenatoria. Las leyes antiterroristas españolas han sido casi el único tema en el que dicho tribunal ha entrado a juzgar decisiones de jueces españoles… cuando ETA seguía matando después de haber muerto aquel dictador hacía muchos años.

            Algunos tenemos claro que las democracias son una falacia en la que vivimos con tranquilidad aunque sabemos quién manda y la manipulación a la que está sometida la supuesta imparcialidad de los ciudadanos. Pero colocar a España en la picota del mundo mundial de las dictaduras es una pasada. Hablando del tribunal de Estrasburgo en 2017, el año pasado, nuestro país fue objeto de seis condenas pero Suiza con 10, Francia con 12, Portugal con 13, Alemania con 16 o Italia con 31 nos dejan bastante bien colocados.

            En los últimos cuatro años Bélgica nos gana por goleada (45/30), Francia aún la supera (82/30) y no estamos hablando de Rusia (865) o Turquía (467) ni de Grecia (202) o Italia (132). Evidentemente hay juicios injustos en todo el Planeta y ataques a la seudodemocracia de la que disfrutamos, pero hacer de una decisión de hace 7 años de este tribunal una causa contra la situación española actual parece, cuando menos, parcial.

            No me gusta el sistema judicial español, creo que, sobre todo el Tribunal Supremo, está influido por los partidos políticos más votados y que eso condiciona mucho la independencia de dicho poder cuando atañe a los casos que afectan a los partidos o a sus representantes (corrupción, masters…). Buscar una mayor independencia del poder legislativo parece urgente según se están poniendo las cosas pero no será fácil con el tipo de jueces que tenemos, sobre todo en cargos relevantes.

            Otegui defendió la lucha  armada de ETA y por eso fue condenado. Respeto sus ideas pero sabía que las leyes españolas, con o sin jueza parcial, le acabarían condenando. No fue un inocente personaje que pasaba por allí…