martes, 2 de julio de 2019


LIBRO A LA IMPRENTA
Cuesta decidirse a dar por acabada una cosa siempre imperfecta.
“El dolor de los recuerdos” espera ver la luz en setiembre u octubre.
Después del agobio vuelvo a relajarme a ratos en el blog.
                            Resultado de imagen de oso polar sin hielo fotografias

            Sabes que tu libro tiene defectos de fondo que no puedes corregir y piensas que al menos salga sin la ortografía averiada y evite frases mal construidas. Cada vez que le lees encuentras 100 errores y llega un momento en que te niegas a seguir buscando los 500 que seguro que se te escaparon. He respirado al apretar la tecla de enviar en el correo aunque aún quedará una lectura final dentro de una semana.
            Me asomo al mundo y veo que sigue ardiendo mi entorno, con las temperaturas y con la política.
El Trump, ese amigo mío de siempre, sigue sin apoyar las medidas para suavizar el cambio climático que ha cogido una carrera imparable. Los países del norte comienzan a oler las temperaturas del desierto africano y los osos polares se acuerdan del padre y de la madre de los mandatarios que se reúnen sin cesar (volando en aviones supercontaminantes) para dejar las cosas pendientes para el siglo XXIII… Las televisiones siguen hablando de records de temperaturas, de hectáreas quemadas por los incendios y se quedan tan anchas sin intentar profundizar un poquito en los desastres ambientales. Solamente si encuentran una fotografía emotiva o muchos plásticos entrando en la boca de los peces que comeremos se dignan poner los problemas encima de la mesa.
En política todo sigue enquistado. VOX parece un angelito malo que juguetea pero que no tiene nada que ver con el fascismo español que mató millares de veces más que ETA. ¡Y pídeles que condenen el franquismo! Y los mismos que pactan con ellos son los que sacan las vergüenzas a quienes en el otro lado hacen algo parecido (pero mil veces más pequeñito). Sánchez sigue chulo e intenta poner firme a cuantos no le aplauden. A ver si algún día acaba este juego de alianzas, pactos postelectorales y vaciles chulescos y comienzo a ver caer las leyes que los Rajois nos clavaron y ponen en peligro libertades ya conquistadas anteriormente.
El tema de Catalunya no tiene remedio y parece que tampoco nadie le busca. Las mentiras y los silencios se dan la mano en ambos lados y hasta las verdades más evidentes se convierten en mentiras monstruosas para animar a la parte de tu rebaño. No es tiempo aún de razonar para los interlocutores, esperemos que las sentencias y la reacción posterior no nos hagan echar de menos la tensión de estos momentos.

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