NO ES LO MEJOR IGNORARLES

Aunque veamos a nuestros políticos hacer el gilipollas.

Aunque nos aburran con mentiras y discursos horrendos.

Son quienes manejan la pasta y yo prefiero que lo haga la izquierda.

                       

            He pasado muchos años de mi vida alejado de las elecciones, de las votaciones y de los partidos políticos y no me arrepiento. Durante estos últimos meses vuelvo a sentir tentaciones, me imagino que cómo muchos, de dejarles que se entretengan entre ellos y refugiarme en los sueños de siempre. Aburren tanto, mienten con tanta desfachatez, los de derechas se muestran comunistas y los de izquierdas parecen hermanitas de la caridad con curas y banqueros, que la tentación de quedarse en casa o de apagar la tele y las noticias de nuestras vidas se abren camino con facilidad. Al menos en mi caso.

            Cuando me calmo con las incoherencias que me rodean cada día, muy evidentes, me vuelvo a decir que volví porque las derechas son muchos más peligrosas para las personas de abajo que los aprendices de izquierdas. Veo pelearse a quienes deberían tener claros los cambios que necesitamos y me come la rabia y siento vergüenza de que esto sea el cuento de nunca acabar. Seguiremos con los contratos precarios, con los salarios de hambre, con los ricos cada vez más ricos y con el ibex35 dominando nuestras vidas, pero si hay alguna posibilidad de que alguna cosa mejore no será con la derecha ultramontana de este país, ni con quienes soñamos con los cambios en casa.

            Sánchez y Pablo Iglesias se están montando un espectáculo en el que no distinguimos al protagonista del enredo. Creo que el primero no está por muchos cambios y el segundo está perdiendo el norte alejándose de los programas y dejando que la derecha le convierta en un engreído necesitado de sillones. Y cada día fragmentándose más aquella izquierda que el 15M nos sacó de las alcobas para intentar que la realidad fuera menos dura y los políticos menos engreídos y mentirosos.

            Pero aunque podemos esperar poco no debemos olvidar que la derecha es un peligroso enemigo capaz de empeorar mucho más la vida de quienes están abajo. Solamente por eso no me quedaré en casa aunque me obliguen de nuevo a ir a votar. Espero que no juegue con nuestra paciencia y que comiencen a trabajar porque llevamos años esperando noticias de cambios significativos. ¡Seguimos viviendo con los presupuestos de Rajoy! ¡¡¡Pais!!!