sábado, 24 de agosto de 2019


OBJETIVO: MATAR LA TIERRA
Tres ejércitos; las armas, el petróleo y el fuego.
Armados hasta los dientes para provocar guerras innecesarias.
Controladores de inventos menos contaminantes para seguir petroleados.
Quemando los pulmones del ser vivo llamado Tierra.  

                  Soñar con Explosión

               Ahora comienza a hablarse del peligro inminente de que el Planeta sea inhabitable dentro de unas décadas. Lo ponen lejos para no asustar en demasía a las personas que votan en esos potentes países aparentemente demócratas. Tienen que dejarnos desahogar para seguir con su plan de vuelo (como si los aviones no contaminasen…). Su arma de guerra contra los ciudadanos son los medios de comunicación que nos entretienen con noticias puntuales para luego  olvidar que las batallas importantes siguen provocándolas los mismos de siempre.
            Quienes producen armas necesitan mercados. Los estadounidenses obligan a otros a gastar sus viejas bombas, aviones y tanques provocando guerras donde toca y donde no toca (recuerdo aquellas armas de destrucción masiva que acabaron con Sadam). Después serán primera página durante semanas cien inmigrantes en un barco solidario pero nadie hablará de esos conflictos provocados por occidente y oriente que han causado millones de muertos y desplazados por los efectos destructivos de las armas. Las guerras continúan, las empresas armamentísticas felices con su negocio y si algo se oye son tres muertos  en Estados Unidos o cuatro pistolas que salen de Eibar.
Es triste observar que las armas sean uno de los mejores negocios del mundo civilizado y que nadie haga nada para acabar con este negocio “legal” y mortífero que arrasa a los  países pobres o a aquellos que tienen algo que les interesa a los poderosos. Esas armas poderosas siempre las venden los mismos, son capaces de vendérselas a los dos bandos y dejarles que destruyan la poca vida que existía antes del conflicto.
Son tan poderosas las empresas que fabrican armas que dominan los medios de comunicación y controlan las elecciones de los países productores de maravillas nucleares. Esperemos que no comiencen a usarlas para comprobar si siguen matando los nuevos inventos mejor que en Hiroshima y Nagasaki, de momento van probando en los océanos o en subterráneos…
Los millones de personas que huyen de las guerras y del hambre no tienen sitios a donde escapase y los que quedan, muertos y pobres, no existen para ese mundo civilizado que se lava la conciencia con los muertos que les ofrecen los periódicos y los telediarios. Crea miedos y conflictos, tus fábricas de armas sonreirán a sus jefes se llamen Trump, Putin u otros cien que gobiernan en el mundo o les precedieron.
Mañana el petróleo. ¡¡¡Optimismo al poder!!!

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