viernes, 8 de noviembre de 2019


¿SEREMOS TODOS FACHAS?
Yo ando bastante preocupado porque últimamente me juntan con ellos.
Votaré al PSC y parece que eso me convierte en un indeseable franquista.
Vivo en una dictadura, sin justicia, y yo tan tranquilo. ¡Qué mal!

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            Yo no soy independentista y tengo mil razones para situarme en ese grupo de personas que no creen que sea positivo el movimiento que la persigue. Una vez situado en esa parte del campo ya todos parecen saber que etiquetas pueden ponerse. Si Sánchez es un bicho malo, filopepero, manipulador de la justicia, perseguidor de inocentes enemigo declarado de la democracia eso me convierte en un fascista si me atrevo a pensar en votarle.
            Los que viven en el otro lado parece que son demócratas de primera, personas de izquierdas reconocidas (Convergencia incluida) y que serán capaces de inventar el país de las mil maravillas, con una justicia imparcial porque ellos mismos se encargarán de nombrar jueces inmaculados que respetarán cuantos principios celestiales designen.
            En el otro lado, dónde estoy yo, tengo que aceptar que tenemos lo peor de lo peor en todos los aspectos de la vida y que la democracia (en la que creo muy poco) al estilo europeo aquí ha sido invadida por la dictadura más cruel que se encarga de maltratar los derechos humanos en cada decisión que toma.
            Descartadas la derechas, que comienzan a perfilarse como posibles ganadoras de las elecciones (algo que parecen desear los demócratas del cuanto peor mejor), y los partidos independentistas solamente me quedan tres habas contadas. Desecho a Errejón, salido de un cajón de sastre, que es imposible imaginarse que dice y desecho a PODEMOS porque defiende el referéndum de autodeterminación y está rodeado de independentistas disfrazados en sus listas.
            No me queda otro remedio que votar al PSC, ese partido filo fascista que no respeta la división de poderes, es amigo del PP y está deseando aplicar muchos 155s para acabar con la mitad de los independentistas inocentes en una cárcel llena de grilletes para la eternidad. Yo que me negaba a votar durante muchos años porque me creía más a la izquierda que nadie, que comencé a votar para intentar poner un granito de arena dónde resbalara el PP y no pudiera gobernar, me veo en el grupo de fascistas que quieren acabar con la podrida democracia que se inventaron unos miedosos políticos (a los que criticaba con dureza, iluso yo) entre los que se encontraban ínclitos personajes de partidos hoy distribuidores del título de demócrata.
            Tendré que reflexionar mañana porque todo eso de los parados, la solidaridad, las leyes, Europa… son ideas muy de VOX y me da apuro emparentarme con ellos.

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