BUSCANDO EL CONFLICTO PERMANENTE 

Cuando alguien intenta poner calma otros prenden fuego. 

Demasiados políticos empeñados en vivir en el conflicto permanente. 

La derecha cavernaria y el independentismo unilateral se retroalimentan. 

             Estaba enero en calma con algunas iniciativas del PSOE, COMUNS Y ESQUERRA que prometían bajar la tensión y de repente, como siempre, vuelve a tensarse la cuerda. Los cavernarios utilizando todas sus tretas para sujetar al gobierno y Torra montando un nuevo espectáculo. Hablemos del Diputado Torra. 

Hace unos meses en campaña electoral le pidieron que retirara una pancarta del edificio de la Generalitat que creo recordar que hablaba de presos políticos y lazos amarillos. La Junta electoral siguió insistiendo hasta cansarse avisando de las consecuencias legales que conllevaba no quitarla. Torra, muy digno, se negó repetidamente a quitarla hasta que los mossos, sus mossos, se acercaban a retirarla. Sabía las sanciones que traía consigo su postura pero también sabía que las personas considerarían ridículo que le inhabilitaran por no quitar una pancarta. 

Cuando le llamaron al juicio se puso chulo y volvió a repetir que el obedecía las leyes que quería y que los límites de la libertad de expresión los marcaba él y no las injustas y capetovetónicas imposiciones del estado represor español. Tenía un tema facilón. Una pancarta en un balcón. No queremos judicializar pero llamamos a gritos a esos jueces fascistas y a esas leyes franquistas... El follón estaba en su punto y tanto la Junta Electoral como el Tribunal Supremo fuera de juego. No importa quién tiene razón, estamos vendiendo humo y evitando soluciones. 

La derecha ya tiene campo libre para acusar al gobierno de vender España barata y presiona para que el lio acabe con las soluciones. Esquerra, con elecciones a la vista en Catalunya, no encuentra lógico romper la baraja por una “nimiedad”, Torrent con la vista puesta en las urnas y en Forcadell y la calma de enero rota en mil pedazos para volver a la tensión, al cuanto peor mejor... 

Solamente queda una solución intermedia que consiste en retirarle de diputado y que siga como presidente de la Generalitat pero eso calmaría las aguas y perderían la ocasión de poner a Esquerra contra las cuerdas. Sánchez se pregunta qué hacer cuando se declare en rebeldía el Parlament de Catalunya y le entran ganas de llorar.