miércoles, 1 de enero de 2020


LAS FIESTAS ALARGAN EL TIEMPO

         Los sentimientos son capaces de detenerlo, un sueño hermoso.
Han pasado 7 años y sigo pensando en lo mismo, en engañar al tiempo.

                                     
            Se acabaron las obligaciones de fiesta de los mayores, ahora quedan las de los niños y podremos acabar de respirar de gastos, conversaciones, comidas y bebidas, de relaciones familiares que no son habituales y de relaciones puntuales que pretenden dejar en el limbo las rencillas o distancias.
            He descubierto hace años que tienen una virtud estas celebraciones, cuando te das cuenta parece que ha pasado mucho tiempo desde que fuiste al trabajo o al instituto la última vez. Parecen estirarse los días, quizá por lo pesados que a algunos se nos hacen. Los mayores agradecemos está sensación porque somos conscientes de que no seremos eternos como perciben la vida los más jóvenes.
            Es una idea descabellada pero verdadera, aunque a mí me gusta mucho más disfrutar o recordar aquellos momentos en que te sientes bien, el tiempo detenido en un instante y en fuga cuando despiertas del sentimiento de felicidad. Ese instante, o esas horas donde estás bien, cuando las estrellas brillan en silencio y la luna no interrumpe tus sueños, dejan escapar el tiempo en un pozo de eternidad repleto de misterios. Este tiempo tiene para mí el encanto de engañar a la vida sintiendo que has sido capaz de detenerlo.
            Día 1, deseo que cada mes disfrutéis de momentos donde el tiempo sea esclavo del sentimiento aunque al despertar encontréis adelantado el reloj que intenta reglar nuestra forma de vivirlo y de soñarlo. Cuando caiga la tarde y el día no haya sido lo agradable que esperabais os deseo que encontréis unos ojos donde imaginar ese momento mágico de sentiros amada/o. El tiempo detenido en el susurro de las olas al anochecer.


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