CONFINADO  EN  PRIMAVERA

Cuando allá en enero contemplaba los primeros almendros en flor o miraba las fotografías de los frutales de Lleida no podía imaginarme que cuando los campos se vistieran de verde yo tendría que estar en mi casa confinado. Todo ha sucedido muy deprisa, con silencios y mentiras, hasta conseguir asustarnos, al menos a las personas mayores. Podéis seguir leyendo...

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Desde mi ventana aún puedo contemplar un árbol siempre ignorada que mantiene sus flores rosas y que anuncia que quizá aún esté a tiempo de poder pasear por los campos verdes de Gallecs y escuchar el cántico de los pájaros que saben del buen tiempo, de las lluvias y de alimentos. Espero que ellos conserven la memoria y repitan, como cada año su ciclo de despertar a la vida en primavera.

Muchos afirman que todo será distinto después de esta experiencia de encierro y prudencia pero yo tengo mis dudas porque ya llevamos muchos miles de años repitiendo el esquema de egoísmos, injusticias, competitividad y violencia. Hasta ahora que estamos asustados hay francotiradores por todos los lados, falsos profetas y adivinos de futuros, que intentan inventar la poltrona para después de la tormenta.

Al menos se han cerrado las iglesias y la razón ha vencido por unos días a la fe ciega y los creyentes han dejado de reunirse para pedir milagros a su dios y hasta han vaciado sus pilas bautismales de agua bendita. Les falta echar una mano con la pasta para que llegue mejor a los de abajo pero eso ya es mucho pedir a los jerarcas eclesiásticos.

Me han robado la primavera, confinado en casa pongo documentales de mi Castilla verde y de cerezos extremeños o frutales de Lleida, así mato un poquito la tristeza de no poder tocar de cerca la vida que en la naturaleza despierta. Volverán nuevas primaveras porque he escuchado a los pajarillos volar sabiendo que solamente es un accidente provocado por los humanos y que tarde o temprano podremos salir de nuestro confinamiento para esperar confiados que la vida vuelva a su cauce aunque es más difícil soñar que aprendamos de esta desgracia algo.