UN REY A LA FUGA CON LA PASTA

Hace 89 años un rey, Borbón como los dos últimos, marchó de España con el rabo entre las piernas pero forrado de la pasta que había robado a aquella España pobre y atrasada. Vivió de puta madre varias décadas sin pegar palo al agua e invitando a la familia y amiguetes con aquella fortuna por toda Europa, barcos incluidos.

            El emérito aprendió la lección y entre jeques y Corinas ha sido un maestro, en el apaño de comisiones fraudulentas, que dejaría como un parvulito a su abuelo. Podemos soñar  que Felipe,…sigue en el blog.

                                          

con comisiones o sin herencia, tomara también las de Villadiego, cómo su bisabuelo, y que aunque estemos jodidos con el coronavirus nos permita soñar que una República bonita es posible para mejorar la vida de los muchos españoles que las pasan putas. Ya sé que la reina ha aguantado lo indecible para sentar a su hija en la butaca de honor de los elegidos, pero…

Hace 89 años se proclamó la República en España sin un solo tiro y se redactó una Constitución con la que hemos soñado generaciones enteras porque desde el atraso y el hambre se atrevió a reconocer derechos que ni Europa había alcanzado. Evidentemente los de siempre, la iglesia, los terratenientes, los potentados y el ejército acabaron con ella en poco tiempo pero tuvieron la alegría de pisar tierra propia muchos jornaleros (eran más de 2 millones los sin tierra y entonces la tierra lo era todo) y probar a que sabían palabras como laico y libertad.

Yo hoy recuerdo a aquella República porque ha formado parte de mi vida desde que era un joven estudiante a principios de los años 70 (ufff hace 50 años… agueliyo) como de muchas generaciones posteriores. Hay Repúblicas que no me gustan (Trump, Bolsonaro y cien más son vivos ejemplos) pero prefiero una mala porque los votantes así lo deciden que tener de jefe del estado a alguien cuyo mérito es ser hijo de su madre a la que alguien nombró reina por el mismo detalle.

Confinado en el comienzo de una crisis que puede ir para largo, y que tendrá repercusiones impredecibles, es posible soñar, con tantas horas en casa, que el bisnieto de aquel Alfonso XIII, que se marchó con miedo y forrado, coja la herencia y nos regale sin violencia una buena República.

 Soportando bien el día 31 en casa…