miércoles, 6 de mayo de 2020

¡¡HE SALIDO DE CASA!! 
Hacía 50 días que no traspasaba la puerta de casa. 
Creo que le tenía respeto al coronavirus y algo de miedo. 
Me gusta vivir y cuando te obliga a pensar en los años que tienes… 
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No lo he hecho por gusto, creo que hubiera ampliado mi confinamiento 50 días más para ver si alguien conoce mejor a ese sujeto que se hace llamar covid-19. Todos parecen hablar de oídas y todos se van equivocando repetidamente, bueno todos menos los que no toman decisiones que están encantados de fardar de matones que acabarían con el bicho en un periquete. Lo único que me echaba de casa es la televisión en las noticias porque se ha comprobado, una vez más, que clase política tenemos en este país. ¡No nos la merecemos! Van todos a una, se han bajado el sueldo, ninguno se manifestó antes ni después… 
La salida era rutinaria para hacer unos análisis. No había cita previa así que a las 8 el menda estaba delante del local para un pinchazo leve y un paseo de inauguración de la primavera. ¡Día precioso! Una cola impresionante que me ha tenido 2 horas en fila con la distancia reglamentaria. Estrenaba mascarilla y guantes, pues soy abuelo de riesgo, y la persona que tenía al lado ni tenía ganas de distancia ni necesidad de mascarilla así que después de mirarla mal me he cambiado de sitio. Algunos jóvenes todavía no han entendido que se puede tener un detalle con los mayores y con los menores y con los del medio utilizando eso tan molesto que es la mascarilla un ratito… 
La enfermera no se apañaba muy bien con la mascarilla, la pantalla y los guantes y en la 50 extracción que me hacía no ha encontrado mi vena como en las 49 ocasiones anteriores. ¡El día iba mejorando! Así que ha acabado quitándose los impedimentos y clavándome en el otro brazo, enfadada consigo misma por haber pinchado dos veces después de tantas veces. 
Se me quitaron las ganas del paseo y fui a buscar unos churros para festejarlo pero el churrero está cerca del hospital y ha decidido huir del fuego. Me he echado a reír porque no había acertado con el día de primavera después de tantos días. Mañana me iré al campo a saludar a la primavera porque no creo que se haya enfadado conmigo esta mañana por no saludarla. 
¿Ahora que sobran mascarillas por qué no las usamos? Quizá sea cosa de los chinos torturarse con esos artefactos… 
Espero que, como dicen los sabios, lo peor haya pasado y el susto nos ayude a hacer amanecer un mundo un poco más justo y unos humanos menos egoístas… 


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