CIUDADES ILUMINADAS EN NAVIDAD
Al circular por las calles del centro he visto que están todas iluminadas. En Sabadell con una sencillez que me encanta, aunque muchas ciudades rivalizan en ser más atractivas que otras por el bien de sus comercios y hoteles más que por dar vida color y alegría que sería su objetivo fundamental.
El señor mayor me cuenta que algunos creen que mucho antes del comienzo del cristianismo unos países germánicos y escandinavos ya adornaban el árbol con velas en honor de su Frei, su dios de la luz y de la fertilidad. El cristianismo se apropió de la idea cambiando el 25 por el 26 de diciembre y le dio un significado religioso con aquellas frases de los evangelios de “yo soy la luz” y la llegada de Jesús para liberarnos de las tinieblas.
Pero él cree que allá por 1882 un amigo de Edison, un tal Johnson, tuvo la idea de utilizar la bombilla eléctrica que había inventado su socio para adornar con 80 bombillas azules, rojas y blancas su árbol de navidad. Se hizo millonario porque maravilló a la gente su idea que se fue extendiendo hasta el día de hoy.
Me he fijado que las calles con más comercios están mejor iluminadas y pienso que los intereses comerciales han ido invadiendo las ideas originales para convertirse en un polo de atracción para que acudan los humanos y sigan aquel lema imperante hoy en día de comprar, comprar, comprar...
Mi dueño dice que en muchas casas el árbol acompaña al nacimiento, que muchos no creyentes tienen su árbol iluminado y que todos, en el diciembre oscuro, aceptamos con naturalidad que son días especiales para reunirse con la familia, comprar regalos y organizar cenas donde se reúnen en la mesa los mariscos, los canelones, los turrones o el cava para recordar aquella alegría que parece ser el origen de estos días festivos.
El señor mayor, que se enfadó cuando se encendieron mis luces sin ser navidad, ha decidido que va a contar él las historias de cada día porque se cansa de repetirme cosas que muchas veces no entiendo. Al ver que me ponía triste me ha prometido no olvidarse de mi durante todo el año. ¿Seré yo también un precursor de la navidad con mis luces rojas y amarillas? Siempre hay alguien que se apunta el tanto entre los humanos por lo que he observado...
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