COMPRA, COMPRA, COMPRA
Hoy me han llevado por primera vez a Barcelona, he saludado a muchos Renault Captur pero no les he preguntado si se les había encendido una luz roja el primer día porque quiero ir olvidándome de aquellos sucesos y disfrutar de los kilómetros con mis dueños. He visto edificios muy altos y coches que no me dejaban ir ni para adelante ni para atrás, parece que todos quieren quedarse parados y eso que tienen tres carriles para marchar.
Por la calle muchas personas, bastantes con mascarillas como el señor mayor, que me dicen que van a comprar regalos porque van a celebrar el nacimiento de aquel Jesús del otro día que había conseguido que María naciera sin el pecado de la serpiente 15 años antes de nacer él. Dicen que son fiestas muy importantes sobre todo porque hay que gastar mucho dinero para tener un detalle con toda la familia que se reúne a comer y cenar estos días, aunque el bicho ande suelto.
Cuando me han dejado pasar me han metido en un túnel dónde había muchos coches, también parados, y mis dueños se han ido a comprar como todas las personas que andaban deprisa por la calle. Debe ser contagioso eso de los regalos pues no pueden dejarlo para mañana que dicen que todo estará abarrotado el fin de semana. Espero que no se olviden de mi porque entre tanta gente no se si me encontrarán.
Por fin han llegado con un papel en la mano y con el señor bastante enfadado. No entiendo por qué se enfada tanto. Despotrica porque le han cobrado 11 euros por tenerme a mi abandonado en aquel sótano oscuro y por haber ido a Barcelona teniendo tiendas de sobra en Sabadell al lado de casa y sin tener que hacer kilómetros conmigo.
Yo estoy contento porque he conocido una ciudad muy grande, he saludado a muchos coches paisanos míos porque nacieron en mí misma casa y he aprendido que sin gastar y sin regalos no hay fiesta el día que nació aquel Jesús al que me han contado que crucificaron con 33 años. Aún no me han dicho por qué se dejó crucificar con los poderes que tenía, quizá también era como aquel dron que utilizó María para llevar su cuerpo a un lugar que llaman cielo.
No olvidéis gastar mucho dinero que sino los ricos se enfadan porque no se hacen más ricos.
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