MI LIBRO: SAPIENS. De animales a dioses 

     En una semana 456 páginas densas pero muy agradables. No sospechaba que nadie pudiera sorprenderme tanto en su visión de la historia de la humanidad. Mil puntos de vista para poner en cuestión algunas de nuestras ideas inmutables, un placer pasearse por sus ideas. Quedo emplazado a leerlo más despacio. Hacía mucho tiempo que no encontraba tantas sorpresas en las páginas de un libro que hasta con las ideas más pesimistas te deja sonreir. 

                             

      Cuando alguien cuestiona nuestras certezas normalmente te enfadas o lo tomas por un chiflado, pero Harari es un pozo de sorpresas que regala reflexiones que no habías visitado nunca antes con una habilidad narrativa digna de gastar nuestro tiempo. ¿Y si fuera verdad que la evolución histórica del homo sapiens no nos ha hecho más felices? ¿Puede el futuro ser mucho peor de lo que algunos tememos? 

¿Aquellos hombres cazadores recolectores quizá disfrutaban tanto o más de la vida que un sujeto de clase media del siglo XXI? ¿Es posible que atarse a la tierra y convertirse en un esclavo que trabaja sin descanso esperando una incierta cosecha no regale mejoras sobre los neanderthales? ¿Alguna vez el homo sapiens tuvo conciencia de los sentimientos de los animales (de todos los animales a los que utiliza o desecha en su vida) o de la corta vida de las plantas que consume? 

Mil preguntas para poner en cuestión el futuro de la humanidad porque aquello del comprar, comprar, comprar no se va a detener aquí. ¿Se atreverán unos pocos a perseguir la eternidad en sus cuerpos? ¿Acabarán controlando hasta los sueños? ¿Sobraremos millones y millones cuando los inventos de los poderosos consideren que no hay sitio para todos? 

Se huele un poco su cercanía a los ingleses y a su origen israelí y me sorprende que no sospeche que Armstrong nunca pisó la luna, pero poner en cuestión sus puntos de vista es parte del precio de quién hace tambalearse algunas certezas. 

Espero que mi CAPTUR no se enfade por olvidarme de él, pero al lado de estos temas parece trivial nacer desarreglado.