EL PRINCIPITO

                                                Antoine de Saint-Exupéry

                            

    Me parece que lo leí más de 30 veces. Son dos horas de lectura que despiertan la ternura, la inocencia, la reflexión y te hacen ver el mundo de otra manera. Merece la pena dejar las prisas y quedarte un momento escuchando al principito y disfrutando del amor a su rosa.

    Este libro es una invitación a mirar el mundo de una forma distinta, a recordar lo hermoso que es el atardecer cuando el sol nos dice adiós, a sonreir cuando vemos lo absurdo que es amontonar cosas y dinero... te acerca al Pepe Mujica de anteayer…

    Si ya lo leísteis esta es una invitación a perder dos horas recordando que habíamos olvidado lo precioso que es aquel Principito que llegó desde aquella estrella que hace sonreír al aviador al contemplar el firmamento en la noche.

    Me voy a Can Gambús a ver la puesta de sol, con Monserrat al fondo y el cielo tiñéndose de rojo. El Principito tenía la suerte de tener el atardecer a dos pasos pero no se cansaba de admirar ese momento…

    Cogí prestadas algunas de los cientos de frases del libro que te hacer sentir viejo a la vez que niño...

Es triste olvidar a un amigo. No todo el mundo ha tenido un amigo.

Porque ella no quería que la viera llorar. Era una flor tan orgullosa…

No sabía que, para los reyes, el mundo está muy simplificado. Todos los hombres son súbditos.

Los vanidosos no entienden nunca otra cosa que las alabanzas.

“─Se está un poco solo en el desierto…

─Se está solo también entre los hombres ─ respondió la serpiente.”

“─Adios ─dijo el zorro─. Aquí tienes mi secreto. Es muy simple. Sólo vemos con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.”

“Pero los ojos son ciegos. Es preciso buscar con el corazón.”

“Uno se arriesga a llorar un poco si se ha dejado domesticar…”

“¡Tú tendrás estrellas que saben reír.!”