NOTRE DAME CON ARZOBISPO

    Estaba admirando las vidrieras de la catedral, preciosas e impresionantes, cuando he imaginado a 40 Jefes de Estado y de Gobierno arrodillados ante el arzobispo que llevaba la batuta de la inauguración. Aviones privados con sus miembros de seguridad, 6000 agentes para que nadie se acerque, antidrones, comercios cerrados… Se ha apagado la luz que contemplaban mis ojos.

    Mientras, en el mundo acababa de ser conquistada Siria por unos “rebeldes” por ser amiga de Putin, se seguían sumando muertos en Gaza y fuera del recinto Macron continuaba haciendo un guiño a Le Pen. En el interior Trump era la figura junto a un Zelenski que no se pierde una foto. Los cuarenta siguen arrodillados, algunos frotándose las manos por lo bien que va el negocio de las armas…

    A pesar de la belleza del templo, que volveré a contemplar cuando desaparezcan los mandamases, no puedo menos que sentir vergüenza ante los poderes que dirigen nuestro mundo, creo que la luz de las vidrieras no ilumina su mente.

    Esta mañana también me ha sorprendido que esos “rebeldes” hayan acabado con el poderoso estado de Siria en un plis plas siendo sucesores de aquel Al-Qaeda, tan musulmanes como los Palestinos masacrados…

    Hace sol, una bonita mañana. Es posible sonreír pero sin olvidar que en nuestro capitalismo las vidrieras no iluminan a ninguno de le dirigen...